¡El regalo de boda ideal!: Un juego de té exclusivo.

Ya se acaba la semana... ¡y el mes de agosto también!
En Mallorca Handmade le vamos a dar una despedida digna a las vacaciones, yendo a nuestro primer mercadillo este domingo, y os adelanto que a partir de septiembre comenzaremos a impartir talleres de manualidades... ya os iré contando :)

Pues la entrada de hoy está dedicada a unas piezas de cerámica muy especiales. Son especiales por varios motivos: el primero porque son para un regalo de bodas (hechas por encargo), el segundo porque son las primeras piezas que hice con el número de serie impreso en la base para adjuntar el Certificado de Garantía de Exclusividad, y el tercero porque como os voy a contar ahora, el acabado final se ha hecho con una técnica de decoración sobre cubierta después del esmaltado.

Los cuerpos de la tetera y el tarro, así como las tacitas, están hechos en el torno, y luego se ha modificado a mano la forma para hacerla tipo cuadrado. Los platillos están modelados a mano a partir de una plancha.

Como ya os he contado en muchas ocasiones, la cerámica se suele hornear por dos veces: la primera después del modelado y la segunda para realizar el esmaltado. En este caso, los esmaltes elegidos fueron un negro metalizado y un marrón natural.
El resultado fue bueno (ya os he dicho también muchas veces que en la cerámica hasta que las piezas salen del horno hay un porcentaje de incertidumbre), pero me parecía que para un regalo de boda eran un poco demasiado sobrias, os pongo un detalle:

Así que he utilizado otra técnica para hacer la decoración: existen unas pinturas que se pueden utilizar para decorar tanto cerámica esmaltada como vidrio (se utilizan como las témperas, son solubles en agua y tienen una consistencia muy similar). Para conseguir la fijación del material hay que hornear las piezas a 180ºC durante 30-40 minutos (en el horno normal de casa, no hace falta horno de cerámica). Esta decoración aguanta el lavado en el lavavajillas en la cesta superior.

El regalo es para unos amigos de unos buenos amigos, y no viven en Mallorca. Me apetecía hacer una decoración que fuese suficientemente delicada y que evocase un poco la isla, y me decidí por estas ramas con flores que se asemejan a los almendros en flor. En la zona de Mallorca donde yo vivo hay bastantes, y la verdad es que se ponen preciosos a finales del invierno.

Pues nada más, os dejo con unas cuantas fotos del resultado final:

¡Nos vemos pronto!